12 Nov Jaca
- Ubicación: Ciudadela de Jaca | Avenida Primer Viernes de Mayo, s/n. Jaca (Huesca)
- Horarios: Del 10 al 23 de diciembre de 10:30 a 13:30 y de 15:30 a 19:30 | Del 26 de diciembre al 6 de enero de 10:30 a 20:00 | Días 24, 25, 31 y 1 de enero, cerrado
- Contacto: www.ciudadeladejaca.es
- Entrada: Gratuita con el entrada de la Ciudadela.
Entre corcho, musgo, arena, árboles y piedras, se alza la ciudad de Belén, que despierta a un nuevo día con un gran acontecimiento: el Nacimiento de Jesús.
Durante siglos se ha representado este momento en las artes, tanto en pintura y en escultura, como en literatura, danza, música y cine, de forma diversa siguiendo tanto las características estéticas de cada momento, con valores simbólicos y realistas.
Pero lo que diferencia al belén de otros temas artísticos es el salto que da hacia una comprensión y asimilación en el hogar. Deja de ser una escena destinada exclusivamente a iglesias, conventos o palacios, y se transforma en un conjunto que se incorpora en lo cotidiano, en lo popular, en el ámbito privado de las casas, adornándolo con multitud de elementos de uso diario y personajes pintorescos.
Este conjunto que se presenta es de tipo tradicional, retoma aspectos populares en cuanto al uso de materias que ofrece la naturaleza, fuente de inspiración a la hora de construir espacios y paisajes realistas, elementos históricos por la recreación del Israel del s. I, con apuntes antropológicos en sus gentes tanto en su vestimenta como por el uso y costumbres de la época, y artístico en cuanto a sus figuras, a la ejecución y distribución espacial.
El conjunto se debe a Mayo, Taller de Arte bajo la dirección del artista José Luis Mayo Lebrija, en el que se muestran más de 130 figuras de diversa medida. Se trata de un proyecto a desarrollar en varios años en la fortaleza que va en aumento, tanto en dimensiones, como en número de construcciones, figuras y complementos.
En él podemos contemplar la escena principal del Misterio, con San José, la Virgen María y el Niño y los pastores que van a adorar, que desde la entrada al salón nos reciben acogedores en su gruta como una invitación a detenernos en ella y, a la vez, a explorar toda la composición.
Distribuidos por el paisaje, otros personajes nos indican diferentes momentos del tiempo de Navidad: el Anuncio del ángel a los pastores que guardan un pequeño rebaño, los Reyes Magos que se dirigen al portal, y Herodes que desde el castillo controla el territorio y da órdenes de seguir a los Magos. Entre las casas encontramos un episodio previo, José y María buscan posada en Belén estando cerca el momento del parto.
Dentro de la cotidianeidad, se desarrollan pequeñas escenas que muestran la vida de los pueblos, personajes en plena actividad en sus labores domésticas y oficios, los niños juegan en las plazas, los pastores guardan sus rebaños, los mercaderes trasladan sus mercancías, las mujeres van a por agua al pozoy otros se distraen en los tiempos de descanso bien durmiendo o en el ocio, como los soldados que juegan a los dados en una de las terrazas.
Cerrando el recorrido, el agua, fuente de vida por la cual ninguna ciudad existiría, en la que se recoge una idea más profunda y simbólica dentro del belén, la cascada parte de la misma gruta en la que nace Jesús y esa agua lleva a Belén la Nueva Vida que les ha sido anunciada.
Durante la visita podrá contemplar en el Salón de la Panadería, una exposición de Belenes del Mundo, que cierra con una escenografía de 24 m2 en la que se desarrolla la escena de la Natividad.
Lugar
La ciudad más animada del Pirineo cuenta con un importante patrimonio del que sobresale su catedral románica. Fue una de las primeras de este estilo construidas en la península, allá por finales del siglo XI. Nació ligada al nuevo reino de Aragón y al Camino de Santiago, convirtiéndose en templo de referencia. Su influencia se aprecia en la reproducción del característico crismón trinitario de su portada principal o el famoso ajedrezado jaqués. Su extraordinario Museo Diocesano exhibe una de las mejores colecciones de pintura medieval del mundo.
Su casco antiguo acoge otros muchos edificios de interés como la Ciudadela, cuyos orígenes se remontan a finales del siglo XVI, y que alberga el Museo de Miniaturas Militares; el ayuntamiento renacentista o iglesias como la de Santiago, del Carmen o San Salvador y San Ginés, con el sarcófago de la infanta Doña Sancha, auténtica joya de la escultura románica.
Ya sea invierno o verano, primavera u otoño, Jaca es una ciudad llena de vida, con calles plagadas de tiendas, bares y restaurantes. Ello se debe, en gran parte, a su proximidad a los centros invernales de Astún y Candanchú, además de excepcional entorno natural que la rodea y su rico patrimonio monumental.
Jaca es una localidad en la que la fiesta se vive en la calle, especialmente con la celebración del Primer Viernes de Mayo y el Festival Folklórico de los Pirineos, ambas declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional.
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La mejor panorámica de la ciudad la encontrarás desde el Fuerte de Rapitán, que se funde con el paisaje. Y desde el mirador de Peña Oroel, al que podrás subir en coche, disfrutarás de unas bellas vistas de todo el Valle del Aragón.